Por su naturaleza, estos sistemas son muy nobles para distintos casos de uso. Y es que las redes de blockchain son sistemas descentralizados, permanentes y transparentes que facilitan toda clase de transacciones y acuerdos entre sus usuarios.
Así, su adopción en la industria del real estate no es ni será una excepción; por el contrario, su empleo a gran escala luce como el desenlace inevitable en los próximos años. Exploremos brevemente los cómos y los porqués de esta tendencia.
Contratos inteligentes
Una de las grandes ventajas de la tecnología es la posibilidad de realizar toda clase de transacciones con una gran eficiencia.
Los contratos inteligentes, o smart contracts en inglés, son una función del blockchain para administrar y ejecutar todos los aspectos necesarios para realizar cualquier acuerdo entre dos o más partes.
Todo esto se logra de forma automática y sin necesidad de un tercero de confianza que avale dicho contrato o transacción.
Así, el sistema logra una gran rapidez y simplicidad, gracias a que no encuentra fricciones o vulnerabilidades: todo lo procesa y lo controla una red distribuida de computadoras que operan bajo un protocolo único y seguro.
Aplicación en los bienes raíces
Para una industria como la inmobiliaria, que ha mantenido una línea relativamente conservadora en sus prácticas a lo largo de la historia, esto significa una gran revolución en potencia.
El principal ejemplo es el rol preponderante que hasta ahora han jugado los distintos actores inmobiliarios: una larga cadena conformada por vendedores, agentes, brókeres, bancos, inspectores, notarios y abogados.
Al intervenir con sus servicios, estos eslabones frenan y encarecen los procesos implícitos en una transacción o contrato de bienes raíces.
Las tecnologías de cadena de bloques, como se llaman en español, pueden aligerar estas cargas con el uso de contratos inteligentes que no solo reducen la necesidad de tantos intermediarios sino que además pueden instalar un sistema completo y fértil para que distintos actores puedan interactuar realizando transacciones sin tener que confiar en la buena voluntad del otro.
Al operar con bases de datos y libros contables (ledgers) totalmente seguros, transparentes e inmutables, las plataformas de blockchain ofrecen mucha certidumbre a sus usuarios, quienes pueden llegar a acuerdos y transferir activos con valores millonarios con un solo clic.
En otras palabras, con las aplicaciones ideales, el mundo inmobiliario puede simplificarse al grado de que dos personas por sí mismas puedan firmar compras y arrendamientos de inmuebles o fracciones de inmuebles, sin necesidad de papeleo, burocracia o el gran temor de ser víctimas de fraude.
Es cierto que para llegar a un escenario como este aún falta un gran tramo lleno de desarrollo de tecnologías específicas y marcos regulatorios, pero parece inevitable que tarde o temprano nuestro sector entre de lleno a la llamada cuarta revolución tecnológica y termine por modernizarse de punta a punta.