En mi último artículo sobre las lecciones que nos dejó el caso WeWork precisaba, entre los primeros aprendizajes, lo importante que era contar con un buen gobierno corporativo en el negocio inmobiliario. La mala operación que tuvo la empresa antes de la fallida salida a la Bolsa lo dejó en evidencia. En el otro extremo, se encuentra igualmente la posterior recuperación, producto del reordenamiento de esta instancia tan importante en cualquier empresa.
El gobierno corporativo en el negocio inmobiliario está compuesto por el conjunto de prácticas que hacen más transparente las relaciones entre quienes administran la empresa y quienes invierten. Es una instancia clave para establecer las responsabilidades y los procedimientos, para guiar y gestionar el plan estratégico, y para identificar y controlar los riesgos.
Está claro que el WeWork conducido por Adam Neumann puso en evidencia las consecuencias que puede tener un gobierno corporativo de prácticas cuestionables. El poder absoluto que tenía el voto de Neumann, sin ningún mecanismo de control, fue el que favoreció el desastre. La valoración excesiva e injustificada de la empresa, el gasto excesivo que quemó el dinero de los inversionistas y demás irregularidades, son reflejos del daño que genera un gobierno corporativo con poca transparencia y desordenado.
En la edición 2022 de The Global Real Estate Transparency Index elaborado por JLL y el fondo de inversión LaSalle Investment Management, Richard Bloxam, CEO de Mercado de Capitales de JLL, precisa: “La transparencia es la base que permite a los ocupantes corporativos, inversionistas y prestamistas operar y tomar decisiones con confianza”.
Como bien señala Bloxam, los inversores y las empresas de Real Estate se enfrentan a la incertidumbre general, conflictos geopolíticos, emergencia climática y cambios a gran escala en la forma en que vivimos y trabajamos. Son desafíos que demandan gobiernos corporativos más eficientes y transparentes.
Los desafíos del gobierno corporativo en el negocio inmobiliario
El índice de transparencia elaborado por JLL sobre el gobierno corporativo en el negocio inmobiliario nos muestra varias situaciones importantes que los profesionales de la industria tenemos que atender. Puntualizo las que me resultan más resaltantes:
- La brecha entre los países con mayores índices de transparencia, frente a los que están más rezagados, va en aumento. Los países de América Latina apenas logran ubicarse en la categoría de “Semi-transparentes”. Allí están presentes, México, en primer lugar, seguido de Brasil, Chile, Perú y Argentina. En el nivel “Baja transparencia”, se encuentran Colombia, Puerto Rico, Costa Rica y Uruguay. Esto significa que hay mucho por hacer en nuestro sector.
- Los países líderes avanzan gracias a estándares cada vez más altos, a partir de nuevas regulaciones que abordan temas como: eficiencia energética, emisiones de carbono en edificios, informes de riesgo climático, informes contra el blanqueo de capitales y beneficiarios finales, y datos profundos, desde las tasas de utilización de oficinas hasta los negocios de nicho. Todo ello ha sido posible por la rápida adopción de tecnología que hay en estos países.
- La presión que viene recibiendo la industria sobre el tema de la descarbonización solo se puede solventar con gobiernos corporativos más transparentes, que son capaces de mostrar a todos los stakeholders las acciones que están implementando en este tema. Como señala el informe de JLL: La sustentabilidad, y la carrera hacia cero emisiones netas, se ha convertido en el nuevo marcador de transparencia. Es una exigencia de los inversionistas, de los gobiernos y del consumidor final.
- La transformación digital y la innovación son las claves para ofrecer una industria más ordenada, eficiente y transparente. La tecnología permite una comprensión más profunda de los edificios, de los mercados, de la operación y la ocupación como nunca. Esto contribuye a que los gobiernos corporativos puedan seguir y controlar mejor el negocio, al mismo tiempo que facilitan una toma de decisiones más eficiente y certera.
Claves para organizar el gobierno corporativo
Los órganos del gobierno corporativo del negocio inmobiliario, y básicamente de cualquier negocio, son los accionistas, la junta directiva, la dirección estratégica y el consejo de Administración.
Las actuaciones y los procedimientos de cada uno de estos órganos deben estar claramente especificadas. De esta manera, la dirección estratégica tomará las decisiones propias de su cargo según las políticas corporativas, en cuanto a temas fundamentales como: inversiones, fusiones y adquisiciones, nombramiento de ejecutivos, planes de sucesión.
Asimismo, la actuación de la dirección ejecutiva está sujeta a los mecanismos de control establecidos en el plan estratégico aprobado por accionistas y la junta directiva.
Contar con un código de buen gobierno corporativo en el negocio inmobiliario es lo que garantiza que la empresa sea un negocio sostenible, a mediano y largo plazo. Asimismo, brinda confianza a los inversionistas y abre posibilidades de acceso a líneas de financiamiento. Finalmente, contribuye positivamente con la imagen de la marca y se convierte en imán para atraer y retener a los mejores talentos.
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